El clavel es una planta con una amplia variedad de colores, por lo que es muy apreciada por los amantes de la jardinería.

Es una de las flores más demandadas a la hora de componer ramos de flores, pero también resultan muy decorativa en balcones y ventanas. Además, son muy fáciles de cuidar, aunque no aguantan temperaturas por debajo de los 0ºC.

Las flores suelen desprender una fragancia intensa, por lo que te interesa colocar la planta en un lugar muy iluminado. De hecho, es mejor si no le da la luz solar de forma directa y la temperatura óptima ronda los 22 y 25 graos. Pues no aguantan corrientes de aire ni las fuentes de calor.

En cuanto al riego, necesitan agua de forma constante, pero hay que cuidar que no se ahogue. Durante la primavera y verano, se debe abonar una vez por semana. El resto de temporadas, será suficiente con realizar un abonado al mes. Los claveles también quedan preciosos en macetas para la terraza o balcón.

Respecto a las plagas, presta atención a los ácaros, pulgones, minadores o nematodos, que son algunos de los insectos que más atacan a los claveles. Los herbicidas e insecticidas concentrados te van a ayudar a tener a raya las enfermedades del clavel.