Los pensamientos son flores semiperennes que resisten muy bien a las bajas temperaturas. Sus cuidados son muy sencillos y la gran variedad de tonalidades la convierten en una flor muy apreciada y llamativa: una gran opción para llenar de vida jardines y terrazas. Su explosión de color alegra cualquier ambiente y recrea una sensación primaveral incluso en pleno invierno.

Los pensamientos son originarios de Europa y forman parte de la familia de las violáceas. Aparte de por sus llamativas tonalidades, destaca por su reducido tamaño que no supera los 25 cm. Su floración se extiende desde los primeros días del otoño hasta que comienzan las temperaturas altas.

Aunque no requiere de grandes cuidados, conviene tener ciertos aspectos en cuenta para poder disfrutar de sus flores durante el mayor tiempo posible.

El ambiente ideal para plantar esta especie es aquel que cuente con una buena cantidad de luz solar, aunque si hace mucho calor mejor semisombra. Su rango de temperatura oscila entre -3ºC y 21ºC.

Su sustrato debe ser rico en nutrientes y contar con un buen drenaje. Es conveniente utilizar fertilizante cada dos semanas. Respecto al riego, debe ser frecuente, pero con cuidado de no encharcar. Se recomienda cada 3 días y sin mojar los pétalos.

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